Derechos de propiedad intelectual
Los derechos de propiedad intelectual son clave para nuestro negocio
En Roche, convertimos los avances en medicina y ciencia de datos en productos de diagnóstico innovadores y tratamientos que cambian la vida de los pacientes. Dado nuestro modelo de innovación, Roche depende en gran medida de los derechos de propiedad intelectual y de la protección eficaz de estos.
La legislación en materia de propiedad intelectual protege los valiosos activos de Roche: nuestras patentes, marcas registradas, datos de registro farmacéutico, derechos de autor, secretos comerciales, nombres de dominio y otros derechos afines. Roche apoya las iniciativas destinadas a fomentar un entorno legal y reglamentario que proteja los derechos de propiedad intelectual. Alentamos a los gobiernos que disponen de una sólida protección de la propiedad intelectual a mantener su compromiso y el de los países en desarrollo para tener en cuenta el papel que la propiedad intelectual puede desempeñar en la transición a una economía basada en la innovación que ofrezca beneficios sociales y crecimiento. No solicitamos nuevas patentes ni hacemos valer las vigentes en los países menos desarrollados (según la definición de las Naciones Unidas) ni en países de ingresos bajos (según la definición del Banco Mundial).
Roche está comprometida con el respeto a los derechos de propiedad intelectual de terceros. Roche espera que todos sus empleados tengan debidamente en cuenta en su trabajo diario los derechos de propiedad intelectual de terceros.
Siempre que se vulneren nuestros derechos de propiedad intelectual, Roche hará valer estos derechos. La vulneración de los derechos de propiedad intelectual no solo perjudica a los activos de Roche, sino que en muchos casos también supone una amenaza para la salud y la seguridad de los pacientes. Por ejemplo, las falsificaciones de medicamentos y productos de diagnóstico no solo son ilegales, sino que plantean un importante problema de salud pública en todo el mundo. Roche aplica las medidas oportunas contra las falsificaciones dentro de su ámbito de influencia.
La salud pública se beneficia del desarrollo de un medicamento mucho más allá del periodo de protección de la patente; por ejemplo, actualmente hay más de 30 fármacos desarrollados por Roche que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera medicamentos esenciales. Casi todos ellos han dejado de estar protegidos por una patente; entre ellos figuran antibióticos, antipalúdicos y agentes quimioterapéuticos que salvan muchas vidas. Estos productos no existirían sin un sólido sistema de patentes que estimule las inversiones en innovación. Dan testimonio de la importante y sostenida contribución de Roche a la salud mundial incluso después de la pérdida de la exclusividad.